sábado, 18 de febrero de 2012

¿MIS ÚLTIMOS POEMAS? (IX)





IX


¡SI YA NOS HEMOS DICHO ADIÓS...!



Si ya nos hemos dicho adiós...
¿por qué, al salir el sol, cada mañana,
busco tu luz y tu palabra,
tu dulzura y tu canto...?

Si ya nos hemos dicho adiós...
¿para qué, al ponerse la tarde,
intento recordar otras tardes
en las que tú alentabas mi camino y mi ser?

Si ya nos hemos dicho adiós...
¿cómo podré andar el camino,
que siempre, a mi paso, dispone sus afilados dientes
para que sangren mis pies y llore mi espíritu acongojado,
sin que tu impulso y tu ánimo fortalezcan la pisada?

Si ya nos hemos dicho adiós...
¿de qué me sirve tu bella imagen
-con tus ojos llenos de tristeza-
grabada a fuego en la retina de mi alma?
¿Tan sólo para contemplarte, como se venera a una diosa,
lejana y distante de los pobres mortales?
Mientras  -para salvar el recuerdo eterno-
la exhumo de su lecho de muerte
y la ofrezco a mis sentidos, vivificante,
y así pueda permanecer inmortal...

Si ya nos hemos dicho adiós...
¿cuándo podré encontrarte, real, viva y fecunda,
para que, cual nuevo y vano Prometeo,
no tenga que robar el fuego a tus dioses...?

Y, algo más: ¿Por qué, un día ya lejano, siendo tan ayer,
dijiste que nunca habría despedidas entre nosotros...?

¡Si ya nos hemos dicho adiós!




Luis Madrigal










6 comentarios:

Laura Caro Pardo dijo...

Ya dijo alguien aquello de que " la vida es lo que ocurre mientras tú haces otros planes"

A mí también me gustó tu blog.

Un saludo.

Pluma Roja dijo...

No hay un adiós más grande que ante la muerte.

Saludos cordiales apreciado Luis

Siempre es un gusto pasar por tu espacio.

Hasta pronto.

María Bote dijo...

A veces, aún en los adioses, puede subsistir un átomo de esperanza. Incluso, ante el máximo adios, el de la muerte, para los creyentes al menos, La esperanza llega a ser total.
De todas formas, irremediablemente, los adioses, siempre son tristes, muy tristes, amigo.

Un gusto leerte. Besos. María

Luis Madrigal Tascón dijo...

Laura: Muchas gracias. Debo confesar que me ha costado trabajo averiguar la autoría de esa frase, aparentemente tan determinista. Me parece que he tenido suerte. Según he podido averiguar, se trata de la escritora norteamericana Sherrilyn Kenyon, autora de la saga de bestsellers, "Cazadores Oscuros" y parece ser la pronuncia un personaje llamado Lex, dirigiéndose a otro llamado Danger. ¿Es así? Sinceramente, me encuentro muy al margen de este tipo de Literatura "paranormal" y de ficción, por muy romántica que sea, aunque no se pueda despreciar tampoco a una señora que ha vendido más de cinco millones de ejemplares en 23 países distintos. Por ello, insisto: No creo en ningún tipo de determinismo. Las circunstancias condicionan mi vida, pero nunca la determinan. Prefiero oponer a esa frase la que Shakespeare pone en labios de Casio, al dirigirse a Bruto: "La culpa, querido Bruto, no es de nuestras estrellas, sino de nosotros mismos". Te saludo también muy cordialmente, Laura. Luis Madrigal.-

Luis Madrigal Tascón dijo...

Aída: Estoy relativamente de acuerdo contigo, pero sólo relativamente. No puedo estarlo en términos absolutos, porque prefiero contrarestar mi miedo con la Esperanza. Por eso, siempre pienso que si el valor, según dicen los militares, no es más que la superación del miedo, la muerte tiene que ser necesariamente la conexión, o el paso, a la Vida. Te saludo con el mismo afecto. Luis Madrigal.-

Luis Madrigal Tascón dijo...

María: Tienes razón, creo yo. Contigo sí tengo que estar por completo de acuerdo. Ese adiós es escatológico, y por lo tanto cósmico. El mundo venidero, ya no podrá ser como el presente. Y ante ese misterio, tan sólo puede mantenernos en pie la Esperanza. Un beso. Luis.-