martes, 19 de febrero de 2013

AUNQUE EL HIELO INUNDE EL RÍO




NO ME SORPRENDERÉ

Nunca podré despertertame
si no llego a estar dormido,
y del camino vivido
nada me sume en el sueño.
No soy lo que soy, es cierto,
sino lo que hago entre sombras,
cuando las luces se apagan
entre grietas de un barranco
y el “vero est ens”, pierde vida;
para ser melancolía
entre girones de niebla,
sin esperar la alegría
de fluir en verdes campos…
Ya el “verum quia factum” rompe
su corriente río arriba…
Mas nada inquieta a mi alma
el enigma del poniente,
si hasta una cumbre tan alta,
tus labios besan mi frente.



Luis Madrigal




2 comentarios:

María Bote dijo...

Bellos versos y bella la canción de los remeros.

Saludos. María

Francisca Quintana Vega dijo...

Recostando la melancolía en el propio amor. Eso está bien. Y la canción me ha gustado, no la había escuchado nunca.

Siento no tener más capacidad de análisis para poner otro tipo de comentario.

Y me alegra comprobar que sigue bien, ya que he leído algunos comentarios suyos en otros blogs. Es lo que hay que hacer, invertir nuestro tiempo en cosas que nos proporcionen alegría, bienestar, ilusión...y pensar que los momentos buenos siempre compensan a los malos. Espero que le vaya muy bien. Ha sido un placer conocer a un escritor tan fenomenal.