¡¡GIRA, GIRA...!!
¡Dáte la vuelta pronto, date prisa!
-gritaba ardiente el Sol a un meridiano-
para llevar calor al otro Lado
donde el hiriente hielo ahoga la risa.
¡Gira, gira…! Que salve el negro hoyo,
más veloz, más viva, mas despierta…
¡Qué pueda mi luz ver si está cubierta
de nieve, junto a un Lago o a un Arroyo!
A un Árbol y a un Molino, a una pradera
de hierbas, donde anidan esmeraldas
y una reja que araba… A sus espaldas
los rayos de una nueva Primavera.
No dejes de rotar, Planeta puro,
y que tus mares se hagan uno solo…
Un sólo sol y luna y el peciolo
de una rosa escondida en aquel muro.
Luis Madrigal
2 comentarios:
Esa tranquilidad de intuir que no dejará de girar es lo que nos permiter dormir sin turbaciones.
Un abrazo, Luis.
¡Qué delicia leer sus sonetos! Son estupendos, con ese corte clásico tan suyo. Mi cordial saludo, D.Luís.
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