MÚSICA HISPÁNICA DE IDA Y VUELTA
Siempre me llamó la atención, pese a
ser un arma de guerra, ese artefacto llamado boomerang, pretendidamente australiano, pero que al parecer
utilizaron ya otros muchos pueblos, entre ellos, cómo no, los egipcios. Es este
instrumento un arma que, tras ser lanzada, es devuelta, o mejor dicho regresa
por sí misma a su punto de origen. Con otros artefactos similares, como los
olímpicos, peso, disco, martillo o jabalina, no puede suceder nunca lo mismo.
Siempre se quedan en el mismo lugar en el que caen, sin posibilidad de retorno
alguno. Bien es verdad que es preciso hacer una importante aclaración. El
artefacto en cuestión retorna a su lanzador siempre y cuando no impacte en el
objetivo. Y, por otra parte, ya he dicho que se trata de un arma de guerra, de
caza o de ambas cosas. Pero, me he preguntado siempre también si cabría
convertir este bélico o violento instrumento en un vehículo y al mismo tiempo
cauce de los sentimientos más sublimes. Difícilmente los sentimientos pueden
guardar relación alguna con la materia, sobre todo el amor que es el más
sublime de todos ellos. Y, sin duda, por este motivo, aún no ha podido ningún
ingeniero inventar tal producto.
En estos día de Navidad -aunque la verdadera Navidad sea todos los
días- suele verse por las calles, y en
las casas, esa planta de brácteas florales, de intenso color rojo fuego. Son brácteas
que terminan siendo verdaderas flores en la oscuridad y por medio de ella. Por
ello, al menos en España y pienso que en todo el hemisferio boreal, es este su
momento, el de las menos horas de luz de todo el año. Y, por pura casualidad,
pienso yo también, aunque su nombre botánico es el de “poinsettia pulcherrima”, se la denomina “Rosa de Navidad” o “Flor de
Pascua”. ¡Que gran error…! Las verdaderas rosas de Navidad, tienen que ser
unas flores blancas, tan puras y fuertes al mismo tiempo que crezcan entre la
nieve. Pero, a veces, es muy posible también que puedan encontrarse donde ahora
el sol es puro fuego, bajo un cielo azul. No en vano la poinsettia, pertenece a la familia del tártago y es originaria de
Centroamérica. O tal vez, es seguro, puede encontrarse más abajo. ¡Lástima que
todavía nadie haya inventado un boomerang
del espíritu!
Luis Madrigal
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