LATE OTRA LUNA TRAS EL MAR
Naciendo está la flor.
Sonríe el prado
al ver brillar la luz y
alzarse el tallo
de vivo colorido.
Enamorado
del pétalo de sol, que nació en Mayo.
El cielo azul se alegra
sin desmayo,
viendo como la flor casi
ha alcanzado
el cielo y -en la noche- la luz hallo
en cobalto tapiz, iluminado
por una luna blanca, que
suspira
y envía desde lejos su
suspiro
lleno de amor, sin fe
pero sin ira.
Nada late, allá lejos,
cuando gira
otra luna, que en nada
siente el giro.
No puede amar y hacia
otro lado mira.
Luis Madrigal
3 comentarios:
Muchos días me digo que por aquí parece que nada sonríe, ya que el buen tiempo se hace de rogar.
Un saludo.
Me encantan sus sonetos,D.Luís. Como sonetista clásico es usted único. Mi cordial saludo.
Es tiempo, Luis, de mirar a esa luna con un solo ojo, verás que cada tanto la alegría también gira en ella.
Abrazos.
Publicar un comentario