EL QUE HOY SÓLO ES UN NIÑO
PAPÁ NOEL, NO EXISTE
LA NAVIDAD ES UNA FIESTA FAMILIAR DE ORIGEN CRISTIANO
Resulta que el personaje llamado Santa Klaus, no es ese monigote tan campechano de las risotadas y
los “jojós”, eso sí de gestos amables,
que dicen hace tan feliz a los niños. Yo tardé mucho, bastante, en descubrirle.
Así es que, durante los años de mi infancia y juventud, prácticamente para mí
ese obeso señor de Laponia -dicen- no existía. Me alegro mucho de haber
acertado, dada la época en la que fui niño y de todo lo demás, que es mucho si
se refiere uno con ello a la
falsificación más cruel e irreverente de las cosas más esenciales y divinas,
por las torpezas y banalidades humanas.
Pero, además, o “para
mayor inri”, parece ser que la propias palabras Santa Klaus, no son otra cosa sino la derivación fonética del
termino alemán Sankt Nicklaus, o San
Nicolás, si se quiere de Myra o también de Bari. Este gran santo, nacido en
Patara, vivió después en Myra (Anatolia y hoy Turquía), donde murió, habiendo
participado antes en el Concilio de Nicea. Tras la conquista musulmana, sus
restos mortales fueron trasladados a la ciudad italiana de Bari, siendo el
primer santo no mártir que gozó de especial devoción popular tanto en Oriente
como en Occidente. A esta nada pequeña figura de la Historia de la Iglesia -defendió en Nicea, frente a Arrio la divinidad de Cristo- la han convertido las
masas en Papá Noel, dando lugar a que suplante a los Belenes, a los
Villancicos y, en lo fundamental, a la falsificación de la Navidad cristiana,
entre otros penosos y desgraciados factores, convirtiendo el misterio de Dios
en un vodevil.
Tal vez por ello, en su saludo navideño de este mismo año, Mons. Georg Gänswein, secretario personal del Papa Emérito Benedicto XVI y Prefecto de la Casa Pontificia, ha manifestado que “en Navidad no se celebra a Santa Claus, que no existe, sino la hora en la que Dios entró en la historia humana y mostró su rostro.” Este mensaje de Monseñor Gänswein, el día 17 de Diciembre de este mismo doloroso año, fue dirigido a la fundación alemana “Senado de Economía” y añadió a lo ya dicho que, en estos días tampoco celebramos el “Father Frost”, de la antigua Unión Soviética atea, para ocultar el origen cristiano de la más íntima de nuestras fiestas, familiares y sociales.
Muchas
más cosas de sumo interés y transcendencia dijo además Mons. Gänswein. Una de
ellas, no podría faltar, fue la referencia clara y directa a la peste vírica
que nos azota y al optimismo, pese a todos los síntomas, con el que es
necesario recibirla: “Este optimismo iluminará la oscuridad de la noche,
mientras marcamos la transición al próximo ‘Año del Señor’ en 2021 en la
víspera de Año Nuevo, cuando esta vez, en muchos lugares, no veremos la
explosión de fuegos artificiales. Donde habitualmente se celebra así una
alegría casi infantil, esta vez muchos se sentirán oprimidos”. Esto
resulta ya sumamente importante. Pero, muy en especial, nuestra mayor esperanza
descansa en la concluyente afirmación, ya casi al final de su discurso:
“Entonces sabemos que este recién nacido representa una vida que no conoce límites y que supera
y conquista cada pandemia y cada calamidad y cada miedo y cada terror, también y sobre todo la muerte. Por tanto, es la vida
eterna y el gozo eterno a lo que este Infante nos invita”.
Esto
es lo que, esencialmente, aunque, con la mayor sinceridad, yo no sé cómo puede
hacerse, sería rigurosamente necesario sembrar e inculcar en el alma de los niños, en lugar de tantos y estúpidos “jojojos”.
Luis Madrigal
ADESTE FIDELES
Adeste, fideles, laeti, triumphantes,
Venite, venite in Bethlehem:
Natum videte Regem Angelorum:
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.
En grege relicto, humiles ad cunas,
vocatis pastores approperant.
Et nos ovanti gradu festinemus.
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.
Aeterni Parentis splendorem aeternum,
Velatum sub carne videbimus
Delum Infantem, pannis involutum.
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.
Pro nobis egenum et foeno cubamtem,
Piis foveamus amplexibus:
Sic nos amantem quis nos redamaret?
Venite adoremus, venite adoremus
Venite adoremus Dominum.
ACUDID FIELES
Acudid, fieles, alegres, triunfantes
venid, venid a Belén
ved al nacido Rey de los ángeles
Venid adoremos,Venid adoremos
venid adoremos al Señor.
He aquí que dejado el rebaño,
los pastores llamados se acercan a la humilde cuna
y nosotros nos apresuramos con paso alegre.
Venid adoremos,Venid adoremos
venid adoremos al Señor.
El eterno esplendor del Padre Eterno
lo veremos oculto bajo la carne
Al Dios Niño envuelto en pañales
Venid adoremos,Venid adoremos
venid adoremos al Señor.
Por nosotros pobre y acostado en la paja
démosle calor con nuestros cariñosos abrazos
A quien así nos ama ¿quién no le amará?
Venid adoremos,Venid adoremos
venid adoremos al Señor.
***
4 comentarios:
https://www.youtube.com/watch?v=xW58DW7gg9c Marga regresó. Te dedico este vídeo, Luis. Un abrazo.
Siempre un placer leerle. Espero que se encuentre bien de salud. Un abrazo.
Hola, don Luís, espero que se encuentre bien. Quiero desearle una feliz Navidad, aunque hay que decir "dentro de lo que cabe", porque con este maldito virus,estamos todos temerosos y asustados. Bueno, todos no. Si estuviéramos todos, no habría tantos contagios, precisamente...
Un cordial abrazo y mucha salud.
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