A UN ROSTRO BIEN SABIDO, ENTRE LA NIEBLA
Entre niebla tu faz es vaporosa
como del agua el sol su flujo emana;
como del fuego ardiente, arde la llama.
Como vida y color, la mariposa
anuncia en el vergel, cuando la rosa
apunta al cielo y del cielo clama
amor que llegue, aun muerto, a tu ventana
y allí encuentre la vida más hermosa.
No te olvidé y ahora no te olvido,
aunque la niebla tu rostro quiera herir.
Sólo sufría sin verte, y he sufrido
sin tu risa, que alienta mi reír.
Mas hoy te encuentro en un marco encendido
para ya nunca más poder sufrir.
Luis Madrigal
7 comentarios:
Esa risa alentado imágenes que encienden cielos de presencias.
Alicia
Es una poesía que llega al alma, se percibe sentimiento que flota sobre el poema casi lo puedo tocar.
Saludos cordiales,
Aída
Me parece una meditacion:No te olvidé y ahora no te olvido,sólo sufria sin verte,y he sufrido sin tu risa, que alienta mi reir.Es precioso, de esos que hacen brotar la lagrima que yo tengo floja. TOÑI
Fantástico poema, tan sentido y profundo... Apuntaste directo al corazón y diste en la diana.
Un abrazo.
Bello soneto, Luis.
Un abrazo.
Hermosas son siempre tus palabras…
Bsos
He leído algunos comentarios tuyos muy interesantes-en los blogs de Isabel y de Mercedes- y leo esta poesía que me agrada... Un saludo. Supongo que somos paisanos.
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