sábado, 23 de octubre de 2010

NO TE OLVIDARÉ




SENTIRÉ TU LATIR CADA MAÑANA


Si algún día te olvido, es que estoy muerto...
Sólo espero ese día una palabra
al Alba de la Historia, en que se labra
el ser y el sentimiento, puro y cierto.

Y, aun muerto, para ti estaré despierto,
oiré tu acento sin señal macabra,
diré al sepulturero que me abra
y me verás lleno de luz cubierto.

Sentiré tu latir cada mañana
y hasta entonces seré sin haber sido,
puesta siempre mi vista en tu ventana...

Sin perder esa flor ni estar perdido,
mariposa dorada y araucana,
nunca te olvidaré... Nunca te olvido.




Luis Madrigal





3 comentarios:

Mercedes Pinto dijo...

A mí me gustaría que me quisieran así, hasta perdonaría que no supieran decirlo tan bello.
Tengo la sensación, después de tanto venir a su casa, de que perdiste a alguien y te quedaste con su amor.
Un abrazo.

Marga Fuentes dijo...

Querido Luis: te leo, escucho este Réquiem y se me hace un nudo. Siento que algo pasa. A ver si hablamos y puedo calmar tu pena que me entristece.
Un beso con cariño,

Candela Martí dijo...

Luís, un soneto tremendamente hermoso en su dolor y en su emotividad.
Siempre me llenas el alma de palabras que la tatúan con tu decir.

Mi abrazo admirado.