lunes, 18 de abril de 2011

REFLEXIÓN ANTROPOLÓGICA PARA UN LUNES SANTO



LA VIDA

¡Oh, que dulce es el placer...!
Pero se acaba.
¡Que delirio el poder!, que al otro humilla,
pero le sigue el llanto...

Pasa la vida
y, al pasar, parece lento el paso,
que es constante, no se para...
Muy tarde  -demasiado-  se descubre
que fue veloz y... ya pasó.
¡Fue nada...!
Como un soplo, que no acaba de ser,
apenas nace
y ya se ha ido, sin ser tan sólo eso.
Así es la vida... Un soplo no nacido.
Apenas un latido
y mil suspiros hondos, que se pierden
en la distancia amarga, y que no vuelven
a alumbrar nuevas noches de verano;
ni una cálida nevada, en pleno invierno;
ni ver ya más la flor en primavera...
Las hojas del otoño, van cayendo
cada día que corre, sin retorno...
Alguna vez, se ve fugaz la hierba
bajo los rayos del sol, que en alto brillan,
mientras una dulce canción
llega hasta el alma y la fecunda
de belleza y amor.
Pero, entonces...
también el cielo se nubla y la música se acaba.
Se va apagando,
hasta fundirse dulcemente con el sueño,
hermano de la muerte.



Luis Madrigal






6 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Una reflexión tal y cual, no hay para donde. Tal como lo dices, eso es la vida. "Un soplo no nacido".

Bella reflexión.

besos.

Francisca Quintana Vega dijo...

El paso del tiempo, uno de los temas preferidos de los autores, desde hace siglos.
Tal vez, porque es la realidad mas...real.....que tenemos.
Y creo que si el hombre fuera consciente, desde muy joven, de ella....si recapacitara sobre este hecho...tal vez sería mas humano. Viviría más plenamente.
Un saludo.

Luis Madrigal Tascón dijo...

¡Aída... qué alegría!. Pensaba que te encontrabas fuera de Guatemala. Sí, es muy dura la reflexión, pero me parece que es muy cierta, y hoy es día aecuado para recordarlo. De todos modos, espero tus fotos, de Guatemala y de Méjico. Un beso, Aída.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Francis: El tiempo pasa sin que podamos verlo. Es un misterio. Ese "ella", que se me antoja un tímido eufemismo, o una sustitución benigna y amable, ¿es la muerte, verdad?. Claro, no podría tratarse, en el contexto de tu afirmación, de otro acontecimiento. Ese hecho parece escapar sin duda de lo que llamamos certeza moral, para ingrear en el capítulo de las certezas metafísicas. Nos morimos, sí. ¡Pero, resucitaremos, en el mismo momento de nuestra propia muerte...!. De esto sí que nadie puede tener certeza, ni tan siquiera moral. Pero todos podemos tener Esperanza. Te deseo que la tengas. Mi cariñoso saludo. Luis Madrigal.-

TOÑI dijo...

Que bonito,cuanta verdad.Que podamos resucitar cada dia con EL SEÑOR.Un abrazo.

Luis Madrigal Tascón dijo...

Quizá, no es muy bonito, Toñi, pero si que es verdad. Tenemos esa suprema Esperazna. Resucitaremos. Un beso. Luis.-