EN LAS HORAS DE ANGUSTIA
Cuando
sientas que tu vida se acaba,
piensa
también que sólo empezó un día
para
otro morir, y aún una luz
su
resplandor alienta en la ventana.
Piensa
que, al despertar, las nuevas horas
caminarán
fecundas, en la busca
de la
Verdad, que vive y no se apaga.
¡No te
arrastres…! ¡No entierres en el barro
lo que
del cielo vino y es del cielo!
Que al
cielo ha de volar, firme, mañana…
Tu
verso, vuela ya contigo, y siempre
te
acompaña, te alienta y te consuela
del
dolor y la angustia, cual la cera
se
consume en la llama… Y allí arriba
un coro
entona dulce la salmodia,
envuelta
en tenue manto de zafiro.
¡Que has
de sentir, en paz y dulce calma,
lo que
nunca vio ojo ni oyó oído!
Luis
Madrigal
A mí mismo, pidiendo alas a mis
pies,
cuando
camino sobre el barro
No hay comentarios:
Publicar un comentario