viernes, 23 de enero de 2015

EN LAS HORAS MÁS DURAS



LLEGA LA FORTALEZA

Ese pavor de espanto que te inunda
y llena el alma entera a toda hora.
Ese temblor inmóvil que devora
hasta lo hondo la paz en barahúnda.

Esa voz sin sonido, tan profunda;
ese llanto sin lágrimas que llora;
esa súplica, que del cielo implora,
casi fin fe, esclava y vagabunda.

Es hora de valor y reciedumbre,
hasta ahogar el suplicio en dique seco.
Apagar con un témpano la lumbre.

Subir con nuevas alas a la cumbre,
para escuchar en paz un nuevo eco
y trocar en encanto pesadumbre.


Luis Madrigal




EL CANTO DEL LAMA
(Jean Michel Reusser)

Deseos para el Despertar

1 comentario:

Francisca Quintana Vega dijo...

Hola, D.Luís.
Espero que se encuentre bien.
¡Preciosidad de soneto...es perfecto! Y me gusta que en él, el temor y hundimiento se vaya volviendo esperanza en ese último terceto. Me ha gustado mucho.
Sigo sin saber nada de usted...no comenta los blog...pero bueno, al menos, si escribe, es que está bien.
Reciba mi fraterno abrazo.